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Editorial - Invierno 2025

18/12/2025

Editorial - Invierno 2025

Hace 30 años astrónomos españoles publicaban en Nature el descubrimiento de Teide 1. Este descubrimiento, observando el cúmulo de las Pléyades desde el Roque de los Muchachos, mostró la primera de muchas enanas marrones, las cuales son una pieza clave para entender la física de las estrellas y de los planetas. Rafael Rebolo, María Rosa Zapatero Osorio y Eduardo Martín, felicidades por este aniversario y muchas gracias por contarnos vuestro hallazgo en este boletín y cómo seguís participando en consorcios como Euclid, expandiendo continuamente los límites de lo que podemos detectar y comprender.

Otro de esos límites de lo detectable se superó hace 10 años. En septiembre de 2015, LIGO detectó el eco lejano de la colisión de dos agujeros negros ocurrida hace 1.300 millones de años. Este hallazgo inauguró una nueva forma de explorar el universo y dio origen a la astronomía de ondas gravitacionales. Felicidades a la colaboración LIGO–Virgo–KAGRA, que ya ha registrado más de 300 eventos y muchas gracias a Joan-René Mérou, Maria Rosselló, Jorge Valencia y Alicia M. Sintes que abren este boletín con un magnífico resumen de estos diez años de astronomía de ondas gravitacionales y el prometedor futuro que nos espera con LISA, la primera misión espacial dedicada a la detección de ondas gravitacionales en el rango de bajas frecuencias.

La astronomía española sigue superando retos y uno de ellos lo ha conseguido en este año que estamos a punto de cerrar. En marzo de 2025 el instrumento SO/PHI a bordo de Solar Orbiter capturó las primeras observaciones polarizadas en alta resolución del polo sur solar y en abril lo hizo del polo norte. Estas observaciones permiten conocer el vector campo magnético de los polos solares, magnitud fundamental para comprender el origen del ciclo magnético de 22 años el Sol. Enhorabuena al equipo de SO/PHI y gracias a David Orozco Suárez y Hanna Strecker por contarnos estas primeras observaciones polares del Sol.  

Todos estos avances constituyen una pequeña muestra de lo que los astrónomos españoles somos capaces de conseguir. Pero ninguno de ellos sería posible sin esos profesores que enseñaron a los hoy profesionales sus primeros conocimientos y pusieron en nosotros la inquietud por la Astronomía. Por ello, desde este boletín queremos rendir un homenaje a todos los que, desde sus aulas, son nuestros referentes. Y qué mejor forma para ello que recordando, en el centenario de su nacimiento, a Asunción Catalá Poch, la primera mujer en ocupar una plaza de profesora numeraria en Astronomía en España. Gracias a Trini Cadefau, Francesca Figueras, Jorge Núñez y Josep Maria Paredes por contarnos su historia.

Además, podrán encontrar las secciones habituales de Ecos de (la) Sociedad, Tesis Doctorales y las interesantes reseñas de dos libros propuestas por Enric Marco y Pedro Ruiz Castell. Desde el Comité Editorial esperamos que disfruten leyendo este Boletín.

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